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Santiago T. Peredo | @STocaPeredo

Ya nadie puede decir, en el panorama futbolístico mundial, que el juego de Diego Pablo Simeone es el de un entrenador totalmente defensivo. El argentino ha conquistado su segunda Liga desplegando un juego, que por tramos, ha deslumbrado al Viejo Continente.

El Cholo, a raíz de la llegada de Luis Suárez, se vio obligado a cambiar su clásico 4-4-2 para arropar al delantero y que gozara de participación más cerca del área rival, donde, para que engañarnos, pese a su edad, sigue siendo infalible.

Este suceso, por el que muchos no ponían la mano en el fuego, ya que Diego Pablo lleva apostando por su sistema durante casi diez años, hizo que el míster comenzara a utilizar una nueva formación.

Está no fue otra que la ya conocida 3-5-2, que aunó la fortaleza defensiva que tanto valora y el buen trato del balón… Y esta tendencia por poseer el esférico acabó dando sus frutos.

La pasada campaña, con Koke como batuta de todo el juego del Atlético, ha sido la primera temporada en la que los rojiblancos, desde que el Cholo está a los mandos, han superado el 50% de posesión media.

Exactamente, los de la osa y el madroño, han gozado de un 52’02%. Ahí es nada para el Cholismo. Llegando a tener picos positivos de 72% en duelos como los del Osasuna y el Getafe.

Sin duda, una evolución que contenta a muchos seguidores rojiblancos que le pedían al Cholo un paso adelante acorde con la plantilla y que también le ha demostrado al técnico argentino, que alguna que otra vez se atrevió a apostar por el balón en vez de por la defensa, pero sin continuidad, de que un juego más vistoso conlleva grandes éxitos.