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Inaudito. Diego Pablo Simeone, excepto catástrofe, podrá contar por primera vez desde el pasado 28 de septiembre en San Siro con todos los integrantes de la plantilla rojiblanca a su disposición.
Desde aquella remontada en Lombardía, la enfermería colchonera siempre ha tenido al menos un ‘ingresado’ durante los 31 partidos siguientes.
Ante esta plaga, el equipo y sobre todo el Cholo, han sabido reinventarse y encontrar el equilibrio a través de un once que ya se saben de memoria todos los aficionados colchoneros.
La alineación formada por Oblak, Llorente, Savic, Giménez, Reinildo, Lodi, De Paul/Kondogbia, Herrera, Koke, Joao Félix y Correa o Griemzann han devuelto la fiabilidad defensiva al equipo, lo han instaurado en zona de Liga de Campeones y han protagonizado gestas como la de Old Trafford.
No obstante, ahora con la plantilla a completa disposición del técnico argentino se le abren dos dilemas con nombres y apellidos, Thomas Lemar y Yannick Carrasco.
Tanto el francés como el belga han sido fijos en el once de Simeone desde la pasada temporada y ahora ha de decidir si modificar su once de confianza para hacerles un hueco o seguir apostando por su nueva creación.
Hasta ahora, y con medio plantel con sus respectivas selecciones, el Cholo no a dado pistas, pero hay una cosa clara, el nuevo Lodi y el trivote formado por De Paul-Koke-Herrera, venderán su piel muy cara en los entrenamientos que restan para el duelo ante el Alavés del Sábado, pero sobre todo de cara al del próximo Martes ante el Manchester City.
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