Santiago T. Peredo | @STocaPeredo
Lo necesitaba el Atlético, lo necesitaba Simeone y lo necesitaba la plantilla. Los rojiblancos lograron una importantísima victoria ante el Eibar (5-0) que les permite mantener el liderato una semana más y recuperar una confianza en sí mismos que parecía extinta en los últimos encuentros.
Regresó el Cholo a su clásico 4-4-2, apostando por una presión tras pérdida y continuas permutas entre el tridente de circunstancias que las bajas de Lemar, Joao Félix y Luis Suárez le obligaron a formar por primera vez.
Llorente, Carrasco y sobre todo Correa instauraron una sociedad que llevó por el camino de la amargura a los de Mendilibar. Pese a que el Atlético fue superior desde los primeros instantes, las ocasiones no llegaron hasta que Simeone no hizo una ligera modificación táctica a mediados de la primera mitad.

El argentino arropó a Herrera con Koke y Saúl, dejando a los atacantes a su libre albedrío, y los de la osa y el madroño comenzaron a fluir.
Así las cosas, la lata se abrió a balón parado en el 42′. El Zorro peinó en el primer palo un saque de esquina, y Correa, en el segundo, con más corazón que otra cosa, subió al marcador el 1-0.
Se quitaba la losa de las críticas y las ocasiones erradas el rosarino de un plumazo, y confirmó esta liberación dos minutos después, cuando en una jugada entre Herrera, Lodi y Carrasco, resolvió con un control y un disparo que nada tuvo que ver con sus pasados fallos.

Encaminaron el túnel de vestuarios los hombres del Cholo con la seguridad de quien casi ha sentenciado una victoria importante en la primera mitad, pero a diferencia de otras ocasiones, tras el paso por la caseta, el Atlético no aflojó.
El segundo acto tuvo dos claros protagonistas, las otras dos puntas de este nuevo tridente, Carrasco y Llorente.
El belga volvió a ver puerta después de golear en el Villamarín. El Galgo recibió un pase en profundidad de un Saúl que cuajó un notable partido, y previo regate a Dmitrovic, puso el 3-0 en el electrónico.

Culminó la anímica y necesaria goleada Bam-bam con dos tantos. Uno de llegador nato en el 53′ y otro en el 68′ de delantero centro, después de controlar un balón en el área y definir sin compasión entre dos defensas armeros.
Desde entonces, Simeone dio salida a la segunda unidad en busca de dormir un encuentro más que sentenciado. Los Dembélé, Vitolo, que ya es leyenda, ya que disputó su encuentro 100 como colchonero, y compañía gozaron de 20′ para foguearse.
Por primera vez desde hace muchas jornadas el Atlético vivió unos minutos finales placenteros, tras un partido en el que se reencontró con el gol, con las sensaciones y sobre todo mantuvo un liderato del que no se quieren bajar, cuando cada vez queda menos para rubricar esa Liga que la afición ansía y que veía perdida.