- La prioridad de fichar un lateral no sólo es para suplir la baja de Trippier… ¡También para recuperar a un soldado caído!
- Una temporada de contrastes para el Atlético
Santiago T. Peredo | @STocaPeredo
Que el Atlético debe renovar a Marcos Llorente no se le escapa a nadie. El todocampista ha experimentado una metamorfosis desde la maravillosa y mágica noche de Anfield, que le ha llevado a ser uno de los futbolistas más renombrados del Viejo Continente… Pero esto acarrea consecuencias.
Sus 13 goles y 12 asistencias en la pasada campaña le han puesto en el punto de mira de los grandes clubs europeos, tales como el PSG y el Manchester United, llegando, ambos, a plantearse pagar la cláusula de rescisión de 80 millones este mismo verano.
Debido a esto, desde la zona noble del Metropolitano, ya se han puesto manos a la obra para renovar al madrileño, y evitar así meses de especulaciones e incertidumbre.
Así las cosas, el acuerdo está más que encaminado, ya que tanto el 14, como sus representantes, como la propia entidad desean seguir vinculados a medio plazo.
No obstante, pese a estar todos los términos más que claros, la oficialización de la tan ansiada renovación que dibujaría una amplia sonrisa en los rostros de los hinchas colchoneros y en del propio Diego Pablo Simeone, no tendrá lugar hasta después de la Eurocopa, debido a que Bam-Bam se encuentra ya en la concentración de La Roja.
Pese a que Marcos tiene contrato hasta el 30 de junio de 2024, su cláusula no deja dormir a la directiva, ya que como se mencionaba anteriormente, es asequible para los mastodontes de Europa.
Las negociaciones han sido livianas debido a que ambas partes querían entenderse. Llorente dará un salto considerable en el escalafón de salarios, situándose en el segundo nivel (el primero lo copa Oblak con diez millones), junto a jugadores como Koke y Saúl, pasando a cobrar siete ‘kilos’, tres más de los que ha percibido en estas dos temporadas como rojiblanco… Y de esta forma el Atlético obtendría el beneficio de blindarlo, prolongando su contrato hasta 2026 como mínimo y aumentando su libertad a una cifra que oscilará entre 160 y 200 millones.