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Santiago T. Peredo | @STocaPeredo
Que Koke y Oblak no atraviesan su mejor momento como rojiblancos es un hecho. Ni el capitán ni el meta están cuajando una buena temporada y eso el Atlético lo nota… ¡y mucho!
El brazalete de la osa y el madroño no puede estar mejor representado que por Jorge Resurrección. Su sentimiento para con el escudo es indudable, pero su rendimiento en el actual curso, deja mucho que desear.
El 6, que desde el año pasado cambio su rol ofensivo por uno más organizador, sólo suma una asistencia, y cero dianas, en 19 partidos, unos datos muy pobres para un jugador que se caracterizaba por su lucidez a la hora de servir a sus compañeros.
No obstante, sus estadísticas, por su reconversión, ya se resintieron la pasada campaña (1G y 2A en 48P), pero su manera de manejar el tempo de los encuentros las encubrió, hecho que ahora no sucede.
Los constantes cambios de esquema durante los partidos, los nuevos compañeros y la fragilidad a la hora de pasar el balón de la defensa a la zona de medios, han hecho de Koke un jugador vulnerable y cuyos fallos, al ser pieza angular, cuesten goles en contra y derrotas, como la del Santiago Bernabéu, de la cual asumió toda la culpa.
Conseguir una estabilidad en bloque medio-bajo, no sólo ayudará para ver a ese Koke que deslumbró a todo el panorama futbolístico el año pasado (Luis Enrique inclusive), sino que también servirá para que el equipo no conceda tantas facilidades en defensa, protegiendo así a otro pilar, Jan Oblak.
El esloveno, después del vallecano, quizás es el que más está sufriendo con este descontrol que se ha instaurado en el Atlético. El meta, acostumbrado a tener trabajo aislado, está sobrepasado.
Las bajas en defensa y la mencionada fragilidad en esta, sumadas a un bajón en su eficacia bajo palos, han hecho que sea su peor temporada en lo que a números se refiere. El cinco veces Zamora ha encajado 26 goles en 22 partidos y sólo ha podido dejar su arco a cero en seis duelos, unos datos que contrastan con las 36 dianas recibidas y 20 porterías a cero en los 46 choques del año pasado.
Con tan sólo dos partidos antes del parón navideño es difícil que recuperen ese nivel que llevó al atlético a alzarse con su undécima liga, pero Simeone es consciente de que las aspiraciones del equipo esta campaña pasan por que ambos vuelvan a su mejor versión tras el ‘turrón’, algo para lo que ya trabaja.